Análisis y significado del cuadro La noche estrellada de Van Gogh

Análisis y significado del cuadro La noche estrellada de Van Gogh

El cuadro La noche estrellada, de Vincent van Gogh, fue pintado en 1889. Es un óleo sobre lienzo, mide 74 cm X 92 cm, y se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).

La pintura representa el paisaje desde la ventana del dormitorio del artista mientras estaba en el asilo de Saint-Rémy-de-Provence y está considerada una de las obras más importantes del artista holandés.

Interpretación y contexto
Vincent van Gogh pintó este cuadro cuando estaba en el asilo de Saint-Rémy-de-Provence, donde ingresó voluntariamente en 1889. Van Gogh tuvo una vida emocional problemática, sufriendo depresiones y episodios psicóticos.

Durante el tiempo que estuvo internado realizó varios estudios de lugares del hospital, como el pasillo y la entrada. Sus salidas fueron controladas, lo que le dejó con temas limitados para pintar.

En el hospital, Van Gogh tenía acceso a dos celdas: una donde dormía y otra en la planta baja, donde podía pintar. La Noche Estrellada es la vista desde la habitación en la que dormía, justo antes del amanecer. El pintor no pudo completar sus cuadros en esta sala, pero disponía de carboncillo y papel, con los que realizó bocetos y posteriormente rematar las obras.

Van Gogh fue un postimpresionista y fue considerado uno de los pioneros del arte moderno. Podemos ver en sus obras una representación del mundo, con pinceladas fuertes, pero casi nula abstracción.

El cuadro La noche estrellada es considerado uno de los más importantes de Van Gogh, ya que contiene algunas pequeñas abstracciones, que se convertirían en material imprescindible para el modernismo.

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Análisis: principales elementos del trabajo.
Este cuadro es uno de los más importantes de Van Gogh. En él, el artista transmite su agitado estado psicológico a través del movimiento de sus pinceladas y un dinamismo nunca antes visto.

El uso de espirales.
Las espirales son lo primero que llama la atención en este cuadro. Los trazos rápidos en el sentido de las agujas del reloj dan una sensación de profundidad y movimiento al cielo.

Pinceladas

Estas espirales son características de las obras de Van Gogh de esa época. Con breves movimientos del pincel, el artista construye un cielo inquieto, revelando sus propios trastornos mentales y dibujando un retrato insólito del cielo.

La villa
El pequeño pueblo representado en el cuadro de Van Gogh no formaba parte del paisaje visto desde su habitación.

aldea

Algunos críticos creen que se trata de una representación del pueblo en el que el pintor pasó su infancia. Otros creen que se trata del pueblo de Saint-Rémy.

Para todos los efectos, el pueblo es una inserción realizada por el artista, siendo un componente imaginado que puede haber sido incluido como un recuerdo nostálgico de su infancia y juventud en Holanda.

Los puntos de luz de las casas se relacionan con las estrellas del cielo, creando un diálogo entre la humanidad y la grandeza de la vía láctea.

el ciprés
El ciprés es un elemento común en las obras de Van Gogh. Este árbol está asociado con la muerte en varias culturas europeas. Fueron utilizados en sarcófagos egipcios y ataúdes romanos.

El ciprés se volvió común para decorar los cementerios y casi siempre se relaciona con el final de la vida.

ciprés

Para Van Gogh, el interés por los cipreses también tiene un carácter formal, además de simbólico. El pintor apreció mucho las formas inusuales que presenta el ciprés y su fluidez.

Los hermosos movimientos que realiza este árbol están representados en este cuadro, pudiendo también interpretarse como enormes llamas que bailan con el viento.

Las estrellas
Las estrellas son uno de los elementos más importantes del tablero. Además de su belleza plástica, son representativos ya que demuestran una gran abstracción.

estrellas

Al principio, Van Gogh no quedó satisfecho con el cuadro. Para él las estrellas eran demasiado grandes. Dice que se dejó llevar por ideas abstraccionistas a la hora de componer grandes estrellas.

Interpretación de la obra.
Esta obra de Vincent van Gogh es un hito en la historia del arte. Su belleza plástica es notable y los elementos que lo componen muestran el trabajo de un artista maduro.

Muchos críticos consideran la pintura un hito en la carrera de Van Gogh, a pesar de que no apreciaban al pintor cuando se realizó.

La pintura es muy expresiva, la vista del cielo nocturno turbulento con espirales llama la atención y contrasta con la calma del pequeño pueblo justo debajo de las líneas de las colinas.

Un ciprés que se eleva verticalmente ocupa el frente del cuadro, como una figura destacada en medio del paisaje. A su lado, la torre de la iglesia también se eleva hacia arriba, aunque de forma un poco más tímida. Ambos proyectan una conexión entre la tierra y el cielo. Estos son los dos elementos verticales de este cuadro de Van Gogh.