Las exposición concluye el 31 de octubre en las instalaciones de Asosal, organización ubicada en los alrededores del MacArthur Park
LOS ÁNGELES — Los rostros, los paisajes y los pueblos afloran en la exposición que reúne las pinturas y esculturas de cinco artistas salvadoreños, obras con las que los migrantes latinoamericanos se transportan a su terruño al resaltar la cultura de esta región.
Esta exposición, organizada por la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (Asosal), se inauguró el 11 de octubre con la presencia del pintor Fausto Pérez, quien exhibió 10 obras de su catálogo que promueve de forma permanente en el sur de California.
“Nos trae memorias de la infancia”, comenta Mayra Lacayo, organizadora comunitaria que salió de El Salvador a los 13 años, que acudió a la apertura junto a medio centenar de personas. “Los colores vibrantes son colores de nuestras ciudades, paisajes lindos; en realidad eso somos nosotros”.
La exhibición, que concluye el 31 de octubre en las instalaciones de Asosal, incluye esculturas de Alberto Merino y pinturas de Milton Pocasangre, Luis Serrano, Miguel Ramírez, Hermanos FaBrus y Crystal Sánchez Girón.
En sus 45 años de trayectoria artística, Pérez ha participado en exposiciones colectivas en España, Israel, Canadá, Estados Unidos y Filipinas. Graduado del extinto Centro Nacional de Artes (Cenar), este pintor de 63 años se ha enfocado en el movimiento artístico naíf, el cual se caracteriza por la espontaneidad y la simplicidad.
En sus trazos, indica este artista, brotan paisajes y elementos pintorescos de los pueblos latinoamericanos como las iglesias coloniales y las viviendas de la zona rural; en sus piezas siempre aparecen los gatos peleando en los tejados, figuras de niños y niñas jugando en las plazas, las gallinas en las casas y los circos en los poblados.
“Para mí estas figuras son nostálgicas y agradables”, sostiene Pérez, artista que viajó desde El Salvador exclusivamente a la inauguración de esta exposición. Varias de sus piezas son promovidas a nivel local por su agente residente en Fullerton, California.
Desde su fundación en abril de 1991, Asosal ha promovido el arte salvadoreño realizando exposiciones de pintura y ferias de artesanos, al igual que eventos en donde divulgan la literatura, música y gastronomía de este origen. Desde 1992 cuentan con un ballet folclórico que ha amenizado diferentes obras musicales como Las Placitas, Fiestas Patronales y Cuzcatlán en diferentes teatros de Los Ángeles.
Para esta exposición, Miguel Garza prestó la mayor parte de las obras que comenzó a coleccionar desde 2004. A la fecha ha adquirido 25 pinturas de diferentes artistas, el 90% salvadoreños. Entre las piezas, en su vivienda cuenta con una escultura que le donó el mítico artista Fernando Llort, reconocido como el creador de emblemáticas figuras que identifican a El Salvador en las que se mezcla la cultura maya utilizando técnicas como pintura, cerámica, madera y vidrio. Al principio el concepto artístico de Llort se propagó entre los artesanos de La Palma, en el departamento de Chalatenango, pero ahora ha dado la vuelta al mundo.
“Lo que tienen estas piezas es que representan algo de El Salvador”, asegura Garza, de 53 años, sobre la exposición local. En un futuro dice que no descarta donar su colección a un museo para que las obras puedan ser apreciadas por otras comunidades del sur de California.
En cada pintura hay rasgos de la campiña y rostros impresionantes. Una pieza expone la mirada profunda, la piel canela y los surcos en el rostro de un danzante de Panchimalco, un pueblo que conserva su legado indígena al sur de la capital salvadoreña.
“Estamos promoviendo el talento salvadoreño”, señala Teresa Tejada, directora ejecutiva de Asosal. Esta promotora cultural apunta que sus connacionales no solo contribuyen al crecimiento de esta ciudad con la mano de obra, también aportan en el arte, la ciencia, la academia y en el trabajo organizativo, haciendo de Estados Unidos una gran nación.
Desde sus inicios, Asosal ha asistido a la comunidad latina con servicios de asesoría migratoria a bajo costo. Una vez a la semana brinda una clínica legal. Sus oficinas se encuentran ubicadas en el 1930 Wilshire Blvd #800, en Los Ángeles.
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