El fotógrafo Sebastião Salgado falleció hoy (23) a la edad de 81 años en París. La información fue confirmada por el Instituto Terra, una organización no gubernamental fundada por el fotógrafo.
Sebastião fue mucho más que uno de los grandes fotógrafos de nuestro tiempo. Junto a su compañera de vida, Lélia Deluiz Wanick Salgado, sembró esperanza donde había devastación e hizo florecer la idea de que la restauración ambiental es también un profundo gesto de amor por la humanidad. Su lente reveló el mundo y sus contradicciones; su vida, el poder de la acción transformadora, dice el texto.
Legado y fotoperiodismo
Autor de varios ensayos fotográficos, libros y exposiciones fotográficas itinerantes, su obra se caracterizó por imágenes en blanco y negro de paisajes, animales y personas de los lugares que visitó, en diferentes continentes, durante décadas.
Además de la belleza de la naturaleza, la estética de la luz y las sombras retrataron la cultura y las tradiciones de los pueblos indígenas; poblaciones marginadas, dignidad humana; el dolor y la resiliencia del pueblo; condiciones de trabajo, desplazamientos masivos de personas debido a la pobreza, la represión o las guerras.
Biografía
Sebastião Ribeiro Salgado Júnior nació en la aldea de Conceição do Capim, distrito del municipio de Aimoré (MG), en el Vale do Rio Doce, en 1944. Pero vivía en París (FR) desde finales de los años 1960. En 1969, tras el endurecimiento del régimen militar, él y su esposa, Lélia Wanick Salgado, decidieron abandonar Brasil y exiliarse en Francia.
Según el portal Brasil Memória das Artes de la Fundación Nacional de las Artes (Funarte), antes de convertirse en fotógrafo contemporáneo, obtuvo una maestría en economía por la Universidad de São Paulo en 1968 y se doctoró en la Université de Paris en 1971.
Sebastião Salgado trabajó como secretario de la Organización Internacional del Café en Londres entre 1971 y 1973, antes de regresar a París y comenzar a fotografiar profesionalmente para la agencia Sygma en 1974.
Al año siguiente se trasladó a la agencia Gamma, comenzando a documentar las condiciones de vida de los campesinos e indígenas latinoamericanos. Esta obra le haría mundialmente famoso.
En 1979 dejó Gamma para pasar a la agencia Magnum, de la que llegó a ser presidente y donde permaneció hasta 1994. Ese mismo año creó junto a su esposa Amazonas Imagens.
Premios
Entre los premios internacionales, Sebastião Salgado recibió el Premio Eugene Smith (EE.UU.), en 1982.
También ganó el premio World Press (Holanda, 1985), el premio Oscar Barnack (Alemania, 1985 y 1992), el premio Erna y Victor Hasselblad (Suecia, 1989) y el premio de fotoperiodismo del Centro Internacional de Fotografía (EE.UU., 1990).
También recibió otros honores, entre ellos, el de representante especial de UNICEF y miembro honorario de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
Es autor de los libros Sahel: L’Homme en détresse (1986); Otras Américas (1986); Una gracia incierta (1990); Sebastião Salgado: Las mejores fotos (1992); En el esfuerzo humano (1993); Trabajadores (1993); La madre del hombre (1993); Tierra (1997); Montaña desnuda (1999); Otras Américas (1999); Éxodo (2000); El fin de la polio (2003); La cuna de la desigualdad (2005) y África (2007).
La película La sal de la tierra sigue al famoso fotógrafo y registra algunos de sus viajes.
En agosto de 2023, la exposición Trabajadores exhibió 150 fotografías de Sebastião Salgado.
En abril de 2023, 15 pinturas producidas por el fotógrafo brasileño, valoradas en casi R$ 1 millón, fueron reincorporadas al patrimonio de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai).
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