El artista visual Ahmed Muhanna, residente de la ciudad de Gaza, retrata la hambruna y los bombardeos en el territorio palestino. Utiliza carbón y granos de café para ilustrar parte de lo que presenció durante la guerra.
Al carbón y los granos de café se unen los sentimientos atrapados en el alma palestina: dolor, miedo, pavor, desolación. Tan solo con estas herramientas, los garabatos que emergen del papel traducen el horror presenciado y vivido por el artista palestino Ahmed Muhanna. El grito resonó a 3.312 km de la ciudad de Gaza, en Bruselas, donde una exposición de sus obras, titulada "Gaza: Historias de Esperanza y Resiliencia", organizada por la Comisión Europea (el poder ejecutivo de la Unión Europea) y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, buscó transmitir, a través del arte, la barbarie de la guerra en la Franja de Gaza. "Vivimos en una gran prisión", declaró Muhanna a Correio, incapaz de huir de la ciudad de Gaza.
"Intentaba transmitir el sufrimiento y el dolor al que estamos expuestos a través de estos dibujos. Aquí todo es horrible. Lo que más me asusta es ver los restos de niños, ver niños bajo los escombros de las casas y ver el hambre", explicó el artista. "Con las muchas escenas cotidianas que veo, intenté expresarlas, aunque solo fuera una pequeña parte. Dibujé con cualquier material o bolígrafo para intentar documentarlas. Al documentarlas, me encontraba en un estado anormal y con sentimientos muy tristes".
Para Muhanna, el artista que vive en tiempos de guerra es lo opuesto a quien lleva una vida normal. "La temática, los temas abordados, son muy diferentes. Creo que el artista que experimenta el genocidio y el desplazamiento forzado es el más merecedor de transmitir mensajes visuales al mundo entero", observó. "Este es un gran desafío para el artista y para el ser humano. Me enfrento a grandes desafíos al crear mi arte para llevar mi mensaje al mundo entero. Creo que todo el mundo debería sentir lo que sentimos y sufrimos los palestinos, en términos de sufrimiento y opresión", afirmó. Fuente