Dos años sin Botero: su legado viaja por el mundo

Dos años sin Botero: su legado viaja por el mundo

Sus esculturas y pinturas continúan vivos en museos y espacios públicos, manteniendo viva la voz artística del maestro colombiano

EL PASADO 15 de septiembre de 2023, Colombia y el mundo perdían a Fernando Botero, uno de los pintores y escultores más emblemáticos del arte contemporáneo latinoamericano. Al cumplirse dos años de su fallecimiento, su legado no solo permanece vivo, sino que cobra nuevas dimensiones en lo artístico, lo cultural y lo simbólico.

Botero, dueño de un estilo inconfundible, un lenguaje plástico centrado en el volumen, la exageración de las formas, lo monumental, lo voluptuoso. A dos años de su muerte, su obra se ha mantenido activa en museos y espacios culturales alrededor del mundo, por ejemplo, actualmente el fallecido pintor es recordado con una exposición de más de 80 obras que estará en cuatro naciones de Asia, bajo el respaldo de la Fundación Botero.

Autor de obras icónicas que forman parte del imaginario colectivo, Botero inició su recorrido en el arte desde muy joven. Logró un lugar en el panorama artístico internacional cuando el Moma de Nueva York decidió adquirir su obra “Mona Lisa a los doce años” (1959), momento en el que comenzó a despegar su fama y su carrera a nivel internacional.

Botero es más que sus pinturas y esculturas: es un símbolo de identidad, de orgullo colombiano. Muchos lo reconocen como aquel que supo plasmar la vida cotidiana, los paisajes, las contradicciones nacionales, la violencia, la paz, con un lenguaje particular. Su obra incluye tanto episodios alegres como críticos, denuncias sociales, transformaciones del país.

Con más de 110 obras, y comisariada por Lina Botero, hija del artista, y Cristina Carrillo de Albornoz, experta en su obra, la muestra explora tanto la intensa, prolífica y excepcional producción que distinguió a Botero, como su experimentación con las diversas técnicas que dominó a lo largo de su carrera. Incluye sus pinturas al óleo, esculturas, pasteles, acuarelas y dibujos a lápiz, sanguínea y carboncillo, demostrando la riqueza, profundidad y versatilidad de su obra.

Mientras que, en China, con el objetivo de conmemorar los 45 años de relaciones diplomáticas con Colombia, el Museo de Guangdong abrió en julio una grandiosa exposición de Botero. Entre esculturas, pinturas y dibujos, que estarán hasta el 23 de noviembre en el lugar destaca que la colección cuenta con obras como Autorretrato (1975), Después de Velásquez (2005) y Después de Rafael “La Florina” (2013).

Se trata de Botero in Guangzhou: Fernando Botero Art Exhibition, con 87 piezas que, como en sus mejores cuadros, combinan peso, volumen y memoria.

“La exposición del Maestro Fernando Botero en el Museo de Guangdong reviste una enorme importancia. Este prestigioso museo, localizado en Guangzhou, la tercera ciudad más importante de China, solo superada por Beijing y Shanghái, exhibirá obras de primera calidad y significado dentro de la producción artística del artista colombiano”, indicó Fernando Botero Zea, su hijo, en la presentación del proyecto.

Más allá de celebrar las relaciones entre estos dos países, la obra del antioqueño propone una conversación para descubrir el humano que estaba detrás del artista. Es así como los chinos podrán ver lienzos, esculturas y retratos jamás puestos en conjunto que develan la relación del artista, sus miedos y su crecimiento mundial.

Varias de estas piezas son inéditas, y muchas otras, aunque conocidas por catálogos o menciones, no habían sido exhibidas nunca en territorio chino. Entre las obras más llamativas aparece Family with Pets, un óleo monumental de 2 metros por 1.74, donde la nostalgia por la Medellín de la infancia se traduce en figuras robustas que miran sin apuro, rodeadas de perros y gatos que parecen guardianes del recuerdo.

También estará “Niños jugando al fútbol”, una pintura que pocas veces ha salido del taller del pintor en Italia y que evoca esa mezcla de ternura y desorden que tanto le fascinaba a Botero.
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