Pintura de Argentina

Pintura de Argentina

La pintura de Argentina es toda la producción pictórica realizada en territorio de la Argentina a lo largo del tiempo. Al igual que su escultura, la pintura de Argentina se nutre de estilos novedosos con influencias europeas y amerindias.

La tercera década del siglo XX representó una etapa fundamental para el desarrollo de la pintura, realizándose grandes acontecimientos relacionados con nuevas orientaciones estéticas. Es por este motivo que el lapso comprendido entre 1920 y 1930 es considerado como el de formación de la pintura moderna argentina, teniendo exponentes como Antonio Berni, Gyula Kosice ―fundador del Movimiento Madí, el movimiento de la Nueva Figuración Argentina―, Raúl Soldi y León Ferrari; y exponentes de pintura popular como Florencio Molina Campos y Benito Quinquela Martín. 

Prehistoria
En toda la mitad norte de la provincia de Santa Cruz se han hallado manos pintadas en las paredes rocosas junto a los aleros que protegían a los cazadores paleolíticos que acechaban desde allí a sus presas hace entre 12 000 y 9 000 años. La técnica consistía en colocar la mano coloreadas previamente con una pintura roja, blanca, negra o azul, provenientes del uso de tierras de colores y frutas coloridas: se colocaba la mano contra la pared y se escupía desde la boca el líquido colorante, buscando que saliera disperso y pulverizado como el chorro de un frasco de aerosol. El lugar donde se halló la mano aparece con los colores de la roca original, mientras que la superficie circundante aparece coloreada, destacándose los dedos, perfectamente separados.

Por mucha diferencia, el lugar donde se encuentran los paños de roca más extensos cubiertos por manos es la llamada cueva de las Manos, en el cañón del río Pinturas, en el noreste de la provincia de A cuando en realidad es sólo una serie de aleros. Es considerada una de las obras maestras de la pintura en el Paleolítico en la Argentina, y ha sido declaradas por la Unesco como parte del Patrimonio de la Humanidad.

Otro importante registro pictórico de la prehistoria, se localiza en el norte de Córdoba y constituye uno de los testimonios pictográficos con mayor densidad de imágenes del mundo, con más de 35 .000 pictografías ubicadas en los cerros Colorado, Veladero, Intihuasi y el Desmonte.

Existen petroglifos a lo largo de todas las estribaciones de la Cordillera de los Andes hasta el estrecho de Magallanes. Hoy se pueden encontrar en Yavi, muy cerca de Bolivia,​ pasando por las provincias del centro norte como Catamarca,​ las del centro como Córdoba,[5]​ el norte patagónico como en el caso de la isla Victoria, en el lago Nahuel Huapi,​ y hasta el norte del Estrecho de Magallanes.
Fuente