El uso del arte urbano puede crear grandes cambios en los entornos y producir la trasformación de estos espacios intervenidos, haciendo de ellos lugares especiales. A través del arte urbano como arteterapia también podemos conseguir cambios y mejoras sociales. Esta expresión artística tiene la excepcional característica de ser un arte abierto a todos para la contemplación. Al mirar estas obras, tenemos lo que se denominado una experiencia estética, esta nos saca de nuestra propia realidad para introducirnos en el mundo del arte.
Este contenido artístico, en los niños y niñas, produce un efecto instantáneo. Ellos poseen la capacidad de reconocer el valor estético o no frente a una pintura. Esta acción activa la inteligencia desde una dimensión emocional, generando curiosidad y un desarrollo cognitivo vinculado a lo artístico.
El arte urbano como arteterapia forma parte de la educación estética o educación por el arte. Esto es el fruto de la conexión entre la filosofía del arte y sus implicaciones didácticas y pedagógicas. En este caso tomamos el arte urbano como un elemento de unión entre la educación y el arte como una terapia social. Se ha comprobado que la educación por el arte desde edades muy tempranas aporta beneficios de índole terapéutico, siendo una gran aportación al ámbito escolar.
Mural para la visualización y la concienciación de la importancia del arte en la planificación curricular.
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