El diseño gráfico no solo comunica visualmente, sino que también conecta emocionalmente con las personas. Uno de los factores más poderosos en esta conexión es el color. La psicología del color analiza cómo los tonos influyen en las emociones, percepciones y comportamientos humanos, y por eso es esencial en la estrategia visual de cualquier marca.
Por ejemplo, el rojo puede transmitir urgencia, pasión o peligro; el azul, confianza y tranquilidad; el verde, frescura y naturaleza. Comprender estos significados permite a los diseñadores crear piezas gráficas que no solo sean atractivas, sino también efectivas a nivel comunicativo.
Además, el color varía en su interpretación según la cultura, el contexto, y el público objetivo, lo que obliga al diseñador a investigar antes de elegir una paleta cromática.
En resumen, el diseño gráfico no es solo estética: es una ciencia emocional donde el color actúa como puente entre la imagen y la mente del espectador.
Latamarte