El arte indígena y afrodescendiente en la formación visual de América Latina

El arte indígena y afrodescendiente en la formación visual de América Latina

El arte indígena y afrodescendiente ha sido esencial en la construcción de la identidad visual de América Latina, aunque por mucho tiempo fue invisibilizado por las instituciones académicas y coloniales. Las culturas originarias del continente desarrollaron sistemas simbólicos, técnicas y cosmovisiones que continúan influyendo en el arte contemporáneo, desde la cerámica y el tejido hasta la pintura y la arquitectura.
La iconografía precolombina —con sus figuras geométricas, animales míticos y narrativas espirituales— se convirtió en una fuente fundamental para artistas modernistas que buscaban distanciarse de los cánones europeos. Torres-García, Wifredo Lam, Tarsila do Amaral y múltiples creadores reinterpretaron estos legados para construir lenguajes visuales propios.
Por otro lado, las comunidades afrodescendientes aportaron expresiones profundamente vinculadas a la memoria, la resistencia y la espiritualidad. Desde la estética del candomblé en Brasil hasta los ritmos y figuras de la cultura afrocaribeña, su influencia se percibe en la pintura, la escultura, la danza y las artes populares.
En la actualidad, artistas contemporáneos reivindican estas raíces para cuestionar el colonialismo, el racismo y las desigualdades históricas. Su trabajo no solo recupera tradiciones, sino que las actualiza mediante nuevas tecnologías, instalaciones y performance.
El arte indígena y afrodescendiente es, por tanto, un pilar fundamental en la identidad visual latinoamericana: una mezcla viva de memoria, espiritualidad y resistencia que sigue transformando la cultura de la región.
Latamarte